Año tras año, los investigadores buscan dar respuesta a uno de los secretos mejor guardados de la humanidad: ¿Cómo vivir un centenar de años, o más? Según la División de Población de la Organización de las Naciones Unidas, se estima que en el 2021 vivían, por lo menos, unas 621.000 personas mayores de 100 años en todo el mundo.
Las Naciones Unidas apunta que para 2050 una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años. Por lo cual, se espera que en el mismo año, el número de personas de 80 años, o más, se triplicará de 43 millones a 426 millones.
Muchos expertos encuentran las razones en el estilo de vida, otros, en la genética. Sin embargo, un grupo de científicos estadounidenses afirman haber encontrado la respuesta: las personas centenarias poseen un sistema inmunológico inmensamente funcional que los permite vivir más tiempo.
¿Qué revela este estudio?
Con el fin de hallar una razón a los patrones que combinan longevidad extrema y envejecimiento, los investigadores de la Universidad de Boston y del Centro Médico Tufts examinaron células mononucleares de sangre periférica (PBMC) en 7 diferentes y aleatorias muestras de adultos mayores europeos que, en promedio, tenían 106 años y se encontraban inscriptos en el New England Centenarian Study.
Las conclusiones a las que han llegado con esta investigación es que en esta población más longeva, las células inmunes son más fuertes en comparación con las de las personas más jóvenes. Se ha determinado que estas son más resistentes y tienen mayor capacidad de luchar contra infecciones y patologías, sumado a la virtud para recuperarse de ellas y, así, lograr superar los 100 años de vida.
Los hallazgos de este grupo de científicos muestran que la proporción de linfocitos (un tipo de glóbulo blanco) en las células mononucleares de sangre periférica (PBMC) de los centenarios disminuye en relación con los individuos con menos edad, pero también se produce un cambio significativo en la composición.
Lo que verdaderamente sorprendió a los científicos no fue afirmar que los genes cambian con la edad, sino los diferentes patrones de envejecimiento que han podido identificar.
La capacidad de una persona para adaptarse y responder a nuevas infecciones suele disminuir con la edad, ya que su sistema inmunitario se debilita. Este estudio encontró que los sujetos centenarios tienen una composición distinta de células inmunes.
Además, este estudio sentará las bases para desarrollar nuevas terapias de envejecimiento saludable y, así, avanzar hacia una sociedad que goce de una esperanza de vida mucho mayor a la de estos últimos años. De igual manera, habrá que seguir estudiando e investigando estos cambios longitudinales.
Resultados: cambios novedosos en los tipos de células mieloides
Este grupo de científicos apoyó en la plataforma 10X Genomics para el análisis de células. Con ello, consiguieron detectar los niveles de proteína celular de 7 personas que sobrepasaban el centenar de años (100-119 años de edad) y dos individuos más jóvenes sin antecedentes conocidos de longevidad familiar (20-59 años de edad).
Aprovecharon los marcadores de expresión de proteínas de la superficie de las células inmunitarias para identificar los principales tipos de linfocitos y células mieloides.
Con ello, los resultados fueron los siguientes: los centenarios muestran alteraciones en el repertorio de células inmunitarias en comparación con las personas más jóvenes.
Se ha demostrado científicamente que el repertorio de células inmunitarias de sangre periférica de los individuos cambia con la edad. Estudios previos han mostrado disminuciones en los linfocitos y aumentos en las células mieloides con la edad. Pues bien, con esta reciente investigación se confirma la existencia de cambios conocidos en la proporción con el envejecimiento, pero también encontraron modificaciones en poblaciones de células. Además, identificaron células excepcionales que incluían relación con la edad. Ante todo esto, los científicos norteamericanos llegaron a la conclusión de que las personas centenarias tienen un sistema inmunológico único y funcional que les ha permitido adaptarse y lograr una longevidad excepcional. Las nueve personas participantes eran europeos.
¿Cómo se puede vivir 100 años?
Aunque en estos estudios se ha demostrado el protagonismo primordial de la genética, no hay que olvidar apostar por un estilo de vida saludable, tanto física como mentalmente. Algunas de las claves para vivir más de 100 años con una salud idónea son:
- Cuidar la alimentación: los expertos sugieren seguir un plan de alimentación sano y equilibrado, rico en frutas, verduras y legumbres. El pescado se vuelve un gran aliado a esta edad, ya que, al ser fuente de omega-3, ayuda a gozar una buena salud cardiovascular.
- Hacer ejercicio: la gimnasia en adultos mayores es fundamental para evitar el sedentarismo y prevenir una gran cantidad de enfermedades. Dedicar 30 minutos diarios a un ejercicio moderado por día puede ayudar a vivir más de 100 años.
- Dormir lo suficiente: los especialistas recomiendan dormir 7 horas diarias y buscar técnicas para lograr conciliar el sueño y que el mismo sea de calidad.
- Socializar: las relaciones positivas resultan esenciales para el bienestar físico, psíquico y social.
- Mantener la mente activa: la estimulación cognitiva ayuda a evitar enfermedades neurodegenerativas que tienen una estrecha relación con el envejecimiento. Crucigramas, los juegos de memoria, acertijos y juegos de mesa pueden ser buenas opciones para conservar la mente en actividad.
Es cierto que no se puede vivir tantos años sin tener en cuenta aspectos genéticos. Pero habrá que prestar especial atención al estilo de vida y la habilidad que tenga cada persona para adaptarse a los cambios sociales que se dan de una manera mucho más rápida que hace un centenar de años atrás. Por tanto, lo importante no es vivir más años, sino vivir muchos años en buenas condiciones.